lunes, 2 de enero de 2017

Reanimación Cardiopulmonar en Pediatría

La RCP básica instrumentalizada es aquella en la que se utilizan dispositivos de barrera o en la que se realiza ventilación con bolsa autoinflable y mascarilla facial.
Pasos de la RCP básica
Para llevar a cabo las maniobras de RCP básica podemos recordar la secuencia ABC:
1. Comprobar inconsciencia. Si el paciente está consciente, colocar en lugar seguro.
2. Si el paciente está inconsciente, abrir la vía aérea (A) mediante la maniobra frente-mentón (de elección si no existe traumatismo cervical).
En los casos de sospecha de traumatismo cervical, la apertura de la vía aérea se realizará mediante tracción mandibular o elevación/subluxación mandibulares.
3. Comprobar si el paciente respira tras abrir la vía aérea.
4. Si respira, colocar en posición de seguridad. Si no respira, iniciar ventilación (B): boca del reanimador a boca y nariz del lactante o boca a boca en el niño.
Se deben efectuar 5 insuflaciones de rescate (debiendo ser efectivas un mínimo de 2), durante las cuales debe observarse el ascenso y descenso del tórax. El reanimador debe coger aire antes de cada nueva insuflación para mejorar el contenido de oxígeno del aire espirado.
5. Comprobar signos de circulación y/o pulso arterial central (C): signos vitales (respiraciones, tos o movimientos) y/o la palpación del pulso arterial central (braquial en lactantes y carotídeo en niños).
– Si hay signos de circulación, se debe continuar ventilando a una frecuencia de 12 a 20 respiraciones por minuto hasta que el niño respire por sí mismo con eficacia.
– Si no hay signos de circulación, no hay pulso arterial central o la frecuencia cardíaca es menor de 60 lpm y se acompaña de pérdida de conciencia, ausencia de respiración y mala perfusión periférica, se debe efectuar masaje cardíaco: con dos dedos, o abrazando el tórax en lactantes y con el talón de la mano en niños. La frecuencia del masaje será de 100 compresiones por minuto.
6. Sincronización de la ventilación y masaje. El personal sanitario utilizará una relación de 15 compresiones cardíacas/2 ventilaciones.
Cuando sólo hay un reanimador, se puede utilizar la relación 30 /2 para evitar la fatiga.

REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR AVANZADA
Es el conjunto de maniobras y técnicas dirigidas a proporcionar el tratamiento definitivo de la PCR, optimizando la sustitución de las funciones respiratoria y circulatoria. Esto incluye: manejo de la vía aérea, ventilación con oxígeno, consecución de un acceso vascular, administración de fármacos, diagnóstico y tratamiento de las arritmias y, por último, la estabilización, el transporte y la recuperación de las lesiones secundarias a la hipoxia/isquemia.
Requiere la disponibilidad de equipo y personal entrenado. Su objetivo es la oxigenación y perfusión rápida de los órganos vitales así como el mantenimiento de la perfusión coronaria. Debe iniciarse en los primeros 8 minutos posteriores a la PCR.
Para llevar a cabo las maniobras de RCP avanzada podemos recordar la secuencia ABCDEF:
Control instrumental de la vía aérea (A)
• Apertura manual de la vía aérea: mediante la maniobra frente-mentón, o si se trata de un politraumatizado, mediante la tracción o la elevación mandibular.
• Introducción de una cánula orofaríngea: colocar la cánula sobre la mejilla y elegir aquella cuya longitud sea igual a la distancia entre los incisivos superiores centrales y el ángulo de la mandíbula. Nunca se debe utilizar en niños conscientes o agitados ya que se puede provocar el vómito, con el riesgo de broncoaspiración, o inducir laringoespasmo. En lactantes se introduce directamente con la concavidad hacia abajo. En niños se introduce con la concavidad hacia arriba y, posteriormente, se gira 180º.
• Aspiración de secreciones: aspirar de boca, nariz, faringe y tráquea. Se emplearán sondas adecuadas para la edad del niño.
Ventilación (B)
Se debe ventilar con oxígeno al 100%.
• Bolsa de reanimación: en RCP pediátrica se utilizarán únicamente los modelos infantil y adulto. Las bolsas utilizadas en la RCP no deben tener válvula de sobrepresión o, si la tienen, se debe bloquear. Conectar siempre a una fuente de oxígeno a 15 lpm y colocar bolsa reservorio o tubo corrugado para aportar la mayor cantidad de oxígeno posible.
• Mascarilla facial: deben ser transparentes y adaptadas al tamaño del niño. En los lactantes y niños pequeños se utilizarán indistintamente las mascarillas redondas o triangulares, mientras que se utilizarán las triangulares en niños más mayores.
Una vez colocada correctamente la mascarilla haciendo un buen sellado sobre la cara, se debe insuflar el volumen suficiente para elevar el tórax. La frecuencia respiratoria será de 12 a 20 respiraciones por minuto en el lactante y en el niño. Debe evitarse la hiperventilación.
• Intubación endotraqueal: en la RCP se debe realizar orotraqueal. Utilizar el laringoscopio adecuado según edad (de pala recta en neonatos y lactantes pequeños, curva en niños mayores). No interrumpir el masaje cardíaco durante más de 30 segundos. En niños por debajo de los 8 años se recomienda la utilización de tubos sin balón para minimizar la lesión de la mucosa traqueal.
Alternativas a la intubación endotraqueal
• Mascarilla laríngea: es una alternativa aceptable en los casos de intubación difícil. Fácil y rápida de colocar. Sus desventajas son que la ventilación puede ser deficiente cuando se requieren presiones elevadas y que no proporciona un aislamiento completo de la vía aérea.
• Cricotiroidotomía: se usa de forma excepcional en los casos en que sea imposible intubar y ventilar adecuadamente al paciente (edema o cuerpos extraños en la glotis, traumatismo con edema facial grave, etc.).
La punción cricoidea permite oxigenar al paciente durante un máximo de 30 minutos.

Apoyo circulatorio (C)
El masaje cardíaco es esencial para mantener una perfusión coronaria que aporte a la célula miocárdica los sustratos metabólicos suficientes para poder reanudar su actividad. Se deben realizar 100 compresiones por minuto, con una relación masaje cardíaco/ventilación 15:2. Si el paciente está intubado, no es necesaria la sincronización entre masaje-ventilación.
Cada compresión debe conseguir deprimir 2/3 del tórax y, entre compresiones, permitir la reexpansión completa. Es muy importante minimizar otras maniobras que interrumpan el masaje.
Administración de drogas (D)
Acceso vascular
 • De elección es la vía venosa periférica (i.v.), fundamentalmente las venas de la fosa antecubital. Los catéteres sobre aguja o angiocatéteres son los dispositivos preferidos por ser más estables y de luz más amplia. Se debe elegir el catéter de mayor calibre posible para la edad del niño.
• Si no se consigue canalizar una vía venosa periférica rápidamente (3 intentos o 90 segundos), canalizar una vía intraósea (i.o.) (extremidad proximal de la tibia en menores de 8 años y en el maléolo tibial interno en mayores de esta edad). Nunca se utilizará la vía intraósea en un hueso fracturado o previamente puncionado.
• Si tampoco se consiguiese una vía intraósea y el paciente está intubado, puede utilizarse la vía intratraqueal (i.t.) para administrar a su través la adrenalina.
• Durante la RCP sólo se canalizará una vía central cuando no haya sido posible canalizar otra vía o si el reanimador tiene amplia experiencia en la técnica. También se podrá canalizar una vez revertida la parada en la fase de estabilización.
• Cuando fracasan todas las alternativas descritas, la disección venosa es la alternativa final.
Fármacos y fluidos
Adrenalina: principal medicamento en RCP. Está indicada en la PCR con cualquier ritmo electrocardiográfico.
– Dosis iv/io: 0,01 mg/kg (0,1 ml/kg de la dilución 1:10.000).
– Dosis it: 0,1 mg/kg (0,1 ml/kg de la dilución 1:1.000).
– La misma dosis se repetirá cada 3-5 min si persiste la PCR.
Bicarbonato sódico: durante la PCR se produce una acidosis respiratoria y también metabólica. Para corregirlas el mejor método es conseguir una circulación y ventilación eficaces.
– Se recomienda administrar bicarbonato en los casos de PCR prolongada (más de 10min) y en la acidosis metabólica documentada (pH< 7,10) y repetirla cada 10min de reanimación.
– Dosis: 1mEq/kg diluido al 1/2 en suero fisiológico, i.v./i.o.
– No mezclar nunca con adrenalina.
• Atropina: indicada en la bradicardia sintomática secundaria a estimulación vagal y al bloqueo AV completo.
– Dosis: 0,02mg/kg, (dosis mínima es de 0,1mg). Puede repetirse a los 5min hasta alcanzar una dosis total de 1mg en el niño y 2mg en el adolescente.
Amiodarona: es el antiarrítmico de elección en el tratamiento de la fibrilación ventricular/taquicardia ventricular sin pulso refractaria a 3 choques eléctricos.
– Dosis: 5mg/kg i.v./i.o. en bolo rápido que se puede repetir cada 5min, hasta una dosis total acumulativa de 15mg/kg.
• Lidocaína: es menos eficaz que la amiodarona.
– Dosis inicial: 1mg/kg en bolo i.v./i.o., que se puede repetir hasta una dosis máxima total de 3mg/kg. Si es eficaz se seguirá de una perfusión a 10-20mg/kg/min.
Cloruro cálcico: sólo está indicado cuando existe una hipocalcemia documentada, hiperpotasemia, hipermagnesemia o bloqueo de los canales del calcio.
– Se utiliza cloruro cálcico porque consigue niveles de calcio elemental rápidamente y de forma mantenida.
– Dosis: 20mg/kg (0,2ml/kg de la solución de cloruro cálcico al 10%).
Líquidos: indicados si hay actividad eléctrica sin pulso o si se sospecha PCR producida o acompañada por hipovolemia.
– En principio se deben utilizar cristaloides a dosis de 20ml/kg lo más rápidamente posible.
– No se deben utilizar soluciones glucosadas.
ECG: monitorización, diagnóstico y tratamiento de las arritmias (E)
Los ritmos más frecuentes en la PCR en la infancia son:
Asistolia: no existen complejos QRS en al menos dos derivaciones electrocardiográficas. Es la arritmia más frecuente en la PCR pediátrica y con peor pronóstico.
Bradicardia grave: se define como un ritmo lento menor de 60 lpm con ausencia o disminución grave del pulso arterial central y/o signos de hipoperfusión tisular grave.
• Actividad eléctrica sin pulso o disociación electromecánica: cualquier ritmo organizado que no produce pulso arterial palpable. Se produce por hipovolemia grave, neumotórax a tensión, taponamiento pericárdico, hipoxemia, hipotermia, hiperpotasemia e intoxicaciones.
Fibrilación ventricular: es un ritmo ventricular rápido desorganizado sin pulso arterial palpable.
Taquicardia ventricular sin pulso: ritmo ventricular rápido y organizado sin pulso arterial palpable.
• Bloqueo auriculoventricular completo: existe un ritmo auricular y un ritmo ventricular sin relación entre sí. No existe pulso arterial central palpable.
Los ritmos cardíacos que provocan la PCR se dividen en dos grupos:
Ritmos no desfibrilables
• Asistolia y bradicardia grave: realizar las maniobras de RCP y administrar adrenalina cada 3-5min. Descartar simultáneamente posibles causas reversibles.
• Actividad eléctrica sin pulso (AESP): además de las maniobras de RCP, se debe diagnosticar y tratar la causa subyacente. Valorar administrar líquidos.
Ritmos desfibrilables
Los únicos ritmos desfibrilables son la FV y la TV sin pulso.
Se debe administrar un choque de 4 J/kg, o con la energía programada si se trata de un desfibrilador automático (DESA) y es un niño >1 año. A continuación, se debe continuar con la RCP.
Tras 2 min de RCP, comprobar el ritmo en el monitor; si la FV/TV persiste, desfibrilar con un nuevo choque de 4 J/kg y continuar con la RCP 2min incluyendo la administración de adrenalina cada 3-5 minutos. Si traséstos, persiste la FV/TV, aplicar un tercer choque de 4 J/kg. Si, después del tercer choque, persiste la FV/TV, administrar amiodarona a 5 mg/kg en bolo iv/io y aplicar un cuarto choque a 4 J/kg, continuando con la RCP durante 2 minutos. La lidocaína es una alternativa a la amiodarona si no se dispone de ella. Si durante los 2 minutos de RCP se observa un ritmo organizado en el monitor, no se deben suspender las maniobras de RCP, excepto si hay signos de recuperación de los signos vitales. 
Si, tras los 2min de RCP que siguen a cada descarga, aparece en el monitor un ritmo organizado, palpar el pulso; si no hay pulso o es dudoso, reanudar inmediatamente las maniobras de RCP. Si la desfibrilación tuvo éxito, pero la FV/TV recurre, reiniciar maniobras de RCP, administrar amiodarona y desfibrilar de nuevo.

En la PCR de larga duración (> 10min), considerar bicarbonato, 1mEq/kg en bolo iv/io.

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